Ya que estamos aquí, hablemos del elefante rosa. Desde que empezamos a salir a fiestas, al antro, o a lo que llamamos; llevar una vida de “adultos,” hemos presenciado al Cannabis de distintas formas. Algunos no forman parte en esta actividad, pero otros sí, en mini bongs personales, bongs fancys con diseños complejos y múltiples filtros, hiters, pipas, que si de vidrio, de metal o de madera… un sin fin de posibilidades para finalmente, fumarla… o comerla. Todos en algún momento hemos tenido algún acontecimiento cercano con esta planta medicinal, pero ¿Por qué la mala fama? ¿En realidad qué tiene de malo si decides formar parte de este grupo? Y la pregunta más importante que espero responder es: ¿Estaremos listos para aceptar nuestra pacheques como país?
Para entender de donde viene este estereotipo tan erróneo que tenemos sobre la mariguana tenemos que regresar a nuestras páginas en la historia. De acuerdo a la Unidad Independiente del Monitoreo de Drogas, en Norteamérica, la mariguana emprendía un camino hacia la antipatía social como la “droga del diablo” gracias al pionero del periodismo amarillo, magnate de medios William Randolph Hearst. Hearst publicaba historias en sus periódicos sobre cómo esta “droga” era cultivada por hombres colorados (mexicanos) y abusaban de ella, volviendose peligrosos y agresivos al corromper a mujeres blancas.
The Devil´s Weed
Ahora regresemos a nuestro presente. El pasado febrero se organizó el tercer foro sobre el Debate Nacional sobre el Uso de la Mariguana, en la Universidad Autónoma de Coahuila. Uno de los participantes fue Osorio Chong, secretario de Gobernación, y expresó que las estrategias que se utilizaron en la batalla contra el narcotráfico fueron las equivocadas y al final costo más esta batalla que la misma actividad ilícita. De acuerdo a Chong, “debemos ser capaces de definir con precisión cuáles son los costos del modelo actual y cuáles serían los costos de un esquema de legalización, no sólo en términos económicos sino también individuales, sociales y de salud”.
Y sí ¿Qué tiene de malo legalizar una droga que varios mexicanos ya fuman a diario? Piensen en cómo mejoraría nuestra economía. Por fin se formalizaría el narcotráfico, los narcos serian “Business men,” que de por si ya son, pero la muerte no estaría involucrada. Podríamos sacarle mucho impuesto, se venderían en las farmacias, y más importante que nada, estaría regularizada.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) del 2011, en México, en promedio se empieza a consumir drogas a partir de los 20 años para las mujeres y los 18 años para los hombres. De acuerdo a esta encuesta la mariguana se mantiene en el primer lugar de consumo con el 80 por ciento del consumo total. Entonces cuando digo, que la mayoría de la gente consume esta droga ilegal, es porque está comprobado. Ahora veamos cuánto es el ingreso de venta de mariguana en el mercado del narcotráfico. De acuerdo al informe que sacó la Estrategia Nacional para el Control de Drogas (ONDCP, siglas en inglés) los ingresos del narcotráfico en México, se ven vinculados a la venta de mariguana con un 61 por ciento de sus ingresos, en otras palabras ocho mil 500 millones de dólares al año. Entonces ¿Qué tiene de malo legalizar esta droga? Si la legalizáramos, le quitaríamos el mayor ingreso al narco, y se tendría que formalizar esta actividad ilegal.
Dejemos de asociar la mariguana como una droga que nos lleva hacia la maldad, al contrario, es científicamente comprobada como medicinal.