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Paciencia, respeto y diversión: La vida de un maestro de primaria

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Nota: Para darles un poco de contexto visual, José Julián Celada es alguien muy alto con una sonrisota. Si no fuera porque es de Sonora y habla con suficientes refranes que pocas veces entiendo, fácilmente lo podrías colocar en un ambiente tipo 8 Mile, Michigan, y pensarías que de ahí proviene, pero no, y es una de las personas más energéticas que conozco. Cuando hay felicidad, la vive y le gusta compartirla, y es justamente lo que hace siendo la primera vez que trabaja como maestro de primaria. Comparte sus experiencias y aprendizajes con absolutamente todos los que lo rodean, o si no hay nadie a su lado, se los guarda, para luego sonreír con el recuerdo.

La sonrisa siempre está en algún lado.

Personalmente, es la primera vez -conociéndolo en esta etapa durante y post universidad-, que lo veo realmente feliz con su trabajo. En cada “9:00 to 5:00” (como diría Dolly Parton, o en su caso “7:00 to 5:00”) le encuentra un gusto y diversión, eso sí. Pero creo que yo también estaría feliz y sentiría algún tipo de satisfacción personal al saber que tienes un impacto en la vida de alguien pequeño que llegará a ser alguien grande, quién sabe quién o qué será, pero alguien con un lugar en el mundo, y tu puedes dejarlo con algún aprendizaje o recuerdo positivo de la escuela. Pero también este trabajo tiene sus obstáculos, como despertar temprano con energía y paciencia, dealear con otros adultos, padres frustrados, niños extáticos y crear un ambiente productivo sin importar qué.

Por eso hago este post y entrevista en Vayven con alguien que veo feliz con lo que hace, su pasión se podría decir. Ahora en adelante, trataré de retratar y escribir sobre más vidas que vivan su pasión… Sigamos con la entrevista: 

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 ¿Cómo fue que entraste a esta profesión?

JJ: Estudiaba diseño gráfico en el momento, y estaba harto de Sonora, demasiado chico supongo, casa de mis papás, you know the drill.

Un día, José Julián se enteró que un amigo de su hermano trabajaba en campamentos de verano en Estados Unidos y decidió intentarlo.

summer-camp-espaciovayvenJJ: Resultó trabajar en campamentos, en efecto, pero para personas con discapacidades, lo cual no le di gran importancia ya que había aplicado para el puesto de mantenimiento.

Durante la entrevista, una de las directoras del campamento le ofreció el puesto de consejero de campamento (Camp Counselor) y dijo, “¿por qué no?” Poco sabia que sería una decisión que cambiaría su vida.

JJ: Me enamoré del trabajo y cambie a educación especial.

José Julián estudio y se graduó en Educación Especial de la Universidad Mesoamericana (UMA) del Campus Puebla Centro. Mientras buscaba trabajo, aplicó a una bolsa de trabajo, le marcaron, hizo su entrevista y se lo dieron, y así fue como empezó este nuevo camino.

Antes de empezar su primer día como maestro, estaba nervioso. No quería que los niños lo vieran débil porque sabia que de ahí se podrían agarrar. Era un momento difícil ya que la maestra que daba clases decidió irse en febrero, interrumpiendo el ciclo escolar y temía que los niños se resistieran al cambio, especialmente porque ahora, envés de tener a una maestra, tenían un maestro; algo que no había pasado en 30 años en la escuela, todos eran mujeres, y era el primer hombre en dar clases en la primaria baja. Sin embargo, tanto él como maestro y los niños crearon un buen ambiente desde el primer día. En el salón, José Julián fomenta el respeto a su máximo nivel, el perdón, estar presentes y conscientes (mindfullness), disciplina y sobre todo, amor. “Soy muy estricto, pero creo que les gusta sentir la presión”.

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¿Cuáles fueron los mayores retos al principio?
JJ: Controlar al grupo, y no controlar en el sentido de rigidez, si no aprender a su manera, por que son 30 y yo sólo soy uno. La población que atiendo tienen talentos específicos y aptitudes sobresalientes, with that being said, tienen energía de sobra. Y a pesar de tener la especialidad en aptitudes sobresalientes y vivir con ellas, tenía que mejorar mi juego y “ganarles”.

¿Qué has aprendido de los niños?
JJ: ¡Uf!, ¿qué no? Paciencia, a trabajar, empatía como nunca, cordialidad, respeto, a divertirme sólo por divertirme, a ser niño, aprendí a aprender, a ser y hacer.

Ha habido muchos momentos dentro del salón que lo han puesto a prueba o lo han hecho ver las cosas y los niños de otra forma. Como ver a un alumno llorar por algo que había pasado hace años, escuchar a otro decir que ya no quería vivir, sentir la decepción de un estudiante cuando le llaman la atención. Fueron estos sucesos que le hicieron abrir los ojos, “me empecé a dar cuenta que eran la mayoría niños muy dañados y lastimados…tuve que hacer algo, y empecé a repartir amor.” Todos los días José Julián los recibe con un abrazo obligatorio, “al principio ponían resistencia, pero hoy en día me lo piden. Les digo que son lo mejor que me había pasado desde la invención de la rueda, que son mi parte favorita del día, y eso ha ayudado mucho.”

Lo que más le gusta enseñarles es ciencias y lo que más lo desquicia es que todos le empiecen a hablar al mismo tiempo, pero en general, lo respetan bastante, saben cuándo empieza a perder la calma y empiezan a auto controlarse. Como maestro, fomenta mucho las consecuencias naturales. Ejemplo: “¿No te quieres sentar? pues no tienes silla, hazle como quieras.”

Para los que vayan a entrar a esta profesión, José Julián les recomienda que sea realmente lo que quieres. Darle todo, tu 100 porciento, si no expiras esta profesión y lo que conlleva ni lo intentes, explica Celada.

¿Cuáles son los ingredientes necesarios para obtener una excelente educación?
JJ: Todo debe estar centrado en el estudiante, todo. Y no mover ganado, que nadie se atrase ni nadie se adelante es un gran error, cada quien lleva su paso, haz el esfuerzo de cumplir con sus necesidades.

¿Qué es lo que más te encanta de ser maestro?
JJ: Convivir con ellos, escucharlos, entenderlos, ver cómo se sienten exitosos por haber logrado una meta, y saber que lo hice yo. Cambiar el mundo 30 niños a la vez.

¿Qué es lo que menos te gusta de la profesión?
JJ: Las tareas administrativas, kill me now.

¿Qué planeas para el futuro?
JJ: Me gustaría seguir dando clases, pero espero estar en un puesto donde pueda tomar decisiones que afecten más ampliamente al público y no sólo a los míos.

Y esto es la vida de alguien que empieza su pasión educativa como maestro de primaria.

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