Pongámosle atención a nuestra salud mental y ayudemos prevenir los suicidios en México

El suicidio en México

Cada 40 segundos una persona en el mundo se suicida.

Por cada 100 mil habitantes en México, 16 se quitan la vida.

-La depresión es la principal causa de suicidio. El grupo de mayor riesgo son jóvenes de 15 a 24 años de edad, los cuales representan una tercera parte del mundo.

-Para 2020 México deberá reducir en un 10 por ciento su tasa de suicidios que en los últimos 20 años paso de ser de 2.2 porciento a 4.8 porciento de casos.

La muerte es segura, todos sabemos eso. No sabemos cuando pasará, ni el por qué, sin embargo el querer quitarte la vida deliberadamente, demuestra que algo falta en nuestra sociedad. Falta apoyo, falta prevención, falta romper con el tabu y estigma que se tiene sobre las enfermedades mentales para así formar un dialogo abierto sobre qué se puede hacer, qué se necesita, y de qué forma podemos ayudar en prevenir esta terrible muerte, que afecta, no solo al futuro del individuo y la forma en la que contribuiría a la sociedad, sino que también a sus familiares y amigos, de forma irreversible.

Desde 1950, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha estudiado este fenómeno. México a pesar de tener una tasa de suicidios menor a otros países con similar o mayor nivel de desarrollo, no logra reducir sus índices. Vemos como batalla con reducir la tasa de mortalidad creada por violencia. Sin embargo, el suicidio, al ser un tema tabú, no se logra abatir de forma eficaz. Las cifras siguen siendo las mismas, y por cada estado siguen en aumento.

En los últimos 30 años, de acuerdo a un comunicado que dio la Secretaria de Salud en enero del 2014, México a aumentado el numero de suicidios a un 300 por ciento. Una cifra alarmante, ya que son estos incidentes que demuestran nuestra falta de abrir dialogo sobre las carencias que tenemos en nuestra salud mental publica y las formas en cómo podemos mejorarla como nación y sociedad.

En su informe de Estadística de Suicidios del 2012, INEGI informó que México tuvo un total de 5,549 incidentes, 80.6 porciento de los casos fueron cometidos por hombres y el otro 19.4 porciento por mujeres. Lo que significa que por cada mujer que logra quitarse la vida, cuatro hombres se suicidan. Los métodos utilizados por la mayoría, de acuerdo a datos del 2010, 2011 y 2012 son por asfixia, ahorcamiento, armas de fuego y envenenamiento. Usualmente ocurren en sus viviendas particulares y la mayoría de sus situaciones ocupacionales era que estaban desempleados.

De acuerdo a estadísticas del 2011 (ya que en los datos del 2012 no especifica el numero de suicidios por estado), el Estado de México cuenta con el mayor índice de suicidio, con un total de 600, mientras que el Distrito federal tuvo 413 incidentes, lo que significa 10.1 porciento de casos por cada 100 mil habitantes respectivamente. Sin embargo Puebla califica como el séptimo estado de la República con mayor índice de suicidios. De acuerdo a datos de Puebla, se han confirmado 186 suicidios en el 2014.

Cada año 800 mil personas mueren a causa del suicidio, provocado principalmente por problemas mentales, los cuales incluyen –siendo algunas- la depresión, trastornos de ansiedad, y de personalidad. Sin embargo, el abuso de alcohol y otras substancias que pudieran alterar o hacer cambios en el estado mental al generar trastornos psicóticos secundarios ocasionan provocar el suicidio. Estas clasificándose por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como MNS (trastornos mentales, neurológicos y por abuso de sustancias).

Este hecho es alarmante, ya que la depresión, principal causa del suicidio (especialmente aquí en México), es un problema de salud mental que se debe prevenir a nivel local, estatal y nacional en todos los países dentro de todas sus respectivas instituciones de gobierno y cívicas-no gubernamentales, ya que es un problema mental demasiado prevenible.

En conmemoración al Día Mundial para la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), la OMS pidió a los países miembros que pongan en marcha sus planes de prevención, ya que para el 2020 firmaron reducir la taza de suicidios a un 10 por ciento. México –siendo un país miembro- puso en marcha el Plan de Prevención de Suicidios en el Distrito Federal “ Lo mejor de la Vida Eres Tu”. La primera etapa del Plan incluirá personal de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedeso) del D.F. y del DIF junto con psicólogos quienes valorarán casos reales en cinco distintas Delegaciones: Milpa Alta, Xochimilco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, y canalizarán los pacientes a los Centros de Salud o al Instituto Nacional de Psiquiatría, según la gravedad.

Este programa cuenta con la primera línea telefónica de prevención contra el suicidio creado por el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y por la Procuración de Justicia del Gobierno Capitalino, el cual es atendido por 45 personas del Consejo Ciudadano las 24 horas del día. Esta línea atiende hasta 45 mil llamadas al día. El programa contará con una inversión de 500 mil pesos y arrancará con 3 mil cuestionarios que serán realizadas a diversas familias derechohabientes de los programas sociales.

Asimismo, Puebla puso en marcha servicios y programas para prevenir sus índices de suicidio. La Secretaria de Salud (SSEP) instaló una línea telefónica que es atendida por especialistas listos para contestar llamadas de urgencia de personas en crisis suicidas, sirve las 24 horas del día, todos los días del año. Y si uno busca ayuda, el Hospital Psiquiátrico Dr. Rafael Serrano ofrece consultas externas de psiquiatría y psicológica y otros tipos de terapias y rehabilitaciones.

El estado de Puebla planea realizar actividades preventivas enfocadas a adolescentes y familiares en platicas intra y extramuros a pacientes, familiares, docentes, padres de familia y alumnos.

El suicidio de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la tercera causa de muerte de jóvenes entre 15 a 44 años y la segunda entre jóvenes de 10 a 24 años de edad. De las cinco principales causas de mortalidad entre jóvenes de 15 a 19 años, la mayoría hombres.

El acto de querer cometer suicidio “es más frecuente en mujeres que en hombres,” dijo Francisco Javier Menéndez Núñez, Psicólogo y Auxiliar en Apoyo Estudiantil de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Sin embargo “son más los hombres que se suicidan, ya que son más explosivos, y por lo tanto utilizan medios más efectivos como asfixia y pistolas, mientras que las mujeres [usualmente] utilizan otros métodos, como consumir pastillas”, afirmó el psicólogo.

“La mayoría de los suicidios se dan no solo por depresión, sino también por ansiedad. Estos sentimientos: la depresión y la ansiedad pueden llevar a la persona a la desesperación máxima y llegar al suicidio. El suicidio no sólo es de gente que no quiere vivir sino que no supo que hacer con su vida al grado de tener que recurrir a terminarla”, dijo Monserrat Casado Sánchez (23), egresada de Psicología de la UDLAP.

No sabes qué hacer. Tienes problemas, sabes que los tienes. Eres inestable, tus pensamientos también. Problemas con el novio, con la familia. Te sientes perdido en la escuela. Sientes que nadie te escucha y que nadie te ve. A veces eres feliz, y a veces triste. Y te preguntas ¿qué será de tu vida? ¿Qué harás con ella? Y cuando llegas a esta pregunta, muchos deciden cortarla, estrangularla o dispararle. Todos somos susceptibles a estas situaciones, depende de cada quien como maneja su vida y salud mental, pero al final, el suicidio no discrimina, y nosotros debemos entender qué la causa, para no dejarla ni entrar a las faldas de nuestra casa.

“Crecí en una familia católica conservadora, en la que tenia que hacer y decir lo que ellos querían”, recuerda J. de 23 años, estudiante de educación especial en la Universidad Mesoamericana de Puebla. “No estaba en control de nada. Obviamente no podía ser gay. Los tatuajes, piercings, skinny jeans, todo eso era super mal visto […]. [Con mis papás] nos peleábamos todo el tiempo,” dijo J. Como no tenia control de nada, lo único que podía controlar era lo que hacía con su cuerpo. “Drogarme era porque yo quería drogarme, consumir alcohol era porque yo quería, fumar… incluso los intentos de suicidio. Lo único que tenia control era de mi cuerpo. Entonces le hice mucho daño.”

El primer intento de suicidio fue a los 16 años, “acababa de salir de bañarme y me veía en un espejo gigante, en ese entonces era anoréxico y bulímico y lo que yo veía, mi reflejo, me daba asco, me sentía muy solo, no podía ser quien yo quería y ser amado de la forma en la que yo quería ser. Me sentía muy solo porque mis amigos no entendían la situación, no les decía por miedo a que me juzgaran.” La primera vez que intentó suicidarse se cortó 23 veces en los brazos, y fue esta la primera vez de tres intentos. Sin embargo recuerda, que la única razón por la que se mantenía con vida era por su hermana. En esos momentos recuerda que pensaba “no le podía hacer esto a ella. Eso fue lo que me paro. Eso fue lo que me detuvo las tres veces, no se lo puedo hacer a ella. No la podría dejar sola con eso toda la vida, hasta que acabaran sus días.”

J. no buscó ayuda, sentía que no podía decirle a sus amigos, ya que no quería que se preocuparan y no quería “pensar en que ésa persona se preocupaba por mi…No podía compartir nada con nadie”. Sin embargo a los 18, corren a J. de su casa por perforarse la lengua y busca ayuda de una psicóloga, es con esta psicóloga que pudo entender el por qué pasaban muchas cosas, “el approach de mi psicóloga era hacerme entender que no había solución, dejas de pensar en todos los hubieras… Te das cuenta que no existe, ya te chingaste, solo déjalo ir.”

Al ir con esta psicóloga, J. entendió que padecía de un trastorno de limite de personalidad, y fue con esta ayuda que logró superar sus problemas. “[Todavía] hay muchas cosas de las cuales no hablo… y tengo pensamientos suicidas muy seguidos, voy en el coche y a la verga”, pero son en esos momentos que recuerda las cosas que quiere cambiar, recuerda al niño que sufre de eso y que quiere poner un fin y se pone a pensar en como el puede prevenir que alguien más lo haga. “Si yo me siento así de miserable, imagina cuantas personas se sienten así de miserables, y yo tengo el poder, la sabiduría y las ganas de hacer algo, siempre puedes hacer más, siempre.” Concluyó.

Previniendo dentro de las aulas…

Aunque los gobiernos de la República pongan en marcha sus programas de prevención, y planeen formas de diálogo y prevención dentro de sus dependencias y escuelas, todavía falta generar un plan de acción propia de todas las escuelas y universidades, ya que son estas las que tienen mayor contacto y tiempo con el individuo, y podrían tener a su disposición la mejor solución y ayuda envés de canalizarla a otra dependencia que pudiera estar o no, igual o peor preparada para manejar dichas situaciones.

“Ha habido casos de estudiantes con ideas suicidas, y los actos de auto-lesión pueden llegar a desencadenar conductas suicidas”, dijo Menéndez Núñez. Dependiendo del caso, los psicólogos de la universidad los canalizan con otra dependencia, para ser tratados. Sin embargo, muchos pacientes quienes han sufrido problemas de auto-lesión, conductas y pensamientos suicidas no logran conseguir la ayuda necesaria en estas dependencias.

“Cuando tenía 19 me diagnosticaron bipolar, y tomaba unas pastillas para estar controlada que me convertían como en una zombie […] Deje de tomar las pastillas porque ya no quería sentirme siempre neutral” dijo P. cantautora mexicana de 22 años.

Un día “me enteré que mi novio me había puesto el cuerno. Como no estaba tomando mis estabilizadores me puse súper mal. No sabia que hacer, y entonces me tomé como 20 de las pastillas que me habían recetado […] Me vaciaron el estomago y ya no sentí nada. Pero desde ahí empecé a sentir que era como una salida súper fácil, que toma segundos,” recuerda la cantante.

P. empezó a auto lesionarse cada vez que se sentía mal, “sentía que merecía de cierta forma sentir dolor, para no sentir otro dolor […] Hubo veces que se me pasó la mano y me daba cuenta y me detenía. Cuando me di cuenta de que ya estaba fuera de control volví a buscar ayuda y fui a una psicóloga en el D.F.”

La habían diagnosticado mal, no era bipolar, era borderline, también conocido como trastorno de límite de personalidad y le querían volver a recetar las mismas pastillas. “Entonces decidí que lo más fácil iba a ser yo sola tomar la decisión de investigar en internet sobre borderline disorder y pues aprender a controlarme y a reconocer cuando empezaba a tener malos pensamientos y conductas. Ya tengo un año sin medicinas ni nada. Simplemente cuando me doy cuenta de que estoy empezando a tener pensamientos que no son míos me doy cuenta y los dejo ir y me recuerdo que no soy yo, que es simplemente el hecho de que tengo un desequilibrio químico en mi cerebro y que se va a pasar y ya. Pero pues terminé teniendo que tratarme a mi misma porque los psiquiatras solo me querían meter pastillas,” terminó por contar.

Apliquemos los programas de prevención a nivel nacional.

Los programas de prevención de suicidios que estamos viendo ejercer en distintos estados, deberá prontamente implementarse a nivel nacional, en todos los estados e instancias gubernamentales y de desenvolvimiento cívico si México planea reducir su tasa de suicidios en 6 años. No sólo son programas de prevención, sino que también programas de detección de desordenes MNS, para así no sólo poder tratar los casos de emergencia, sino poder prevenir y fomentar una salud mental formidable, que pueda mantener a una sociedad con vida y activa.

“Los problemas de salud mental constituyen cinco de las diez principales causas de discapacidad en todo el mundo, lo que supone casi un tercio del total de la discapacidad mundial”, afirma el programa Mundial de Acción en Salud Mental de la OMS. El 25 por ciento de la población sufre en algún momento de su vida de al menos un trastorno mental, 1 de cada 4 personas, un total de 450 millones de personas que viven esta deficiencia de salud mental. Los trastornos que tienen mayor peso son la depresión, el abuso de sustancias, la esquizofrenia y la demencia. Es por esto que el Programa de Acción para Superar las Brechas en la Salud Mental (mpGAP por sus siglas en Inglés) de la OMS pone a disposición a los países que quieran participar en este programa el cual pretende proporcionar servicios los cuales buscan reforzar y acelerar los esfuerzos e inversiones a dichos servicios de los cuales algunos países no cuentan con ninguno, un “paquete” que incluye planes para la programación, seguimiento, evaluación y ejecución de programas. Asimismo incluyen las herramientas, procesos, indicadores y métodos de medición necesarios para dicho programa.

Sea que adopten los programas de la OMS o hagan sus propias, los gobiernos del estado y el congreso deberán empezar a considerar esta deficiencia en nuestra salud mental, tratarlo como un problema de salud, empezar a implementar leyes de salud mental local e invertir en programas de prevención y tratamiento de trastornos, ya que “casi un tercio de los países todavía carecen de un presupuesto específico para la salud mental.” Al hacer esto México podrá controlar y disminuir estas extrañezas por las que uno pasa de vez en cuando y ayudar a formar una sociedad más feliz y participativa.

Teléfono de prevención de suicidios Puebla 01800 420 5782

Linea de prevención DF 5533 5533